Solo ante Wallapop: 7 joyas del fantástico por 30 euros (6)

Día del libro en Wallapop

Me da un poco de vergüenza por lo que implica, pero soy de esos lectores que casi nunca compra un libro nuevo, al menos cuando se trata de nutrir mi propia biblioteca. Si lo hago, generalmente, es bien por el deseo expreso de apoyar a un determinado creador o proyecto, o bien porque se trata de un título que llevo esperando mucho tiempo. En cualquier caso, el beneficio no es solo, ni principalmente, económico: los años de cacería me han permitido conocer gente y rincones que, de otra forma, jamás habría descubierto.

Estoy seguro de que si Nacho Illarregui me preguntó si quería escribir este artículo es porque sabía que me iba como anillo al dedo. De modo que, sin más rodeos, allá va mi selección: lecturas (casi todas) de los últimos años que he visto en Wallapop tiradas de precio. Los anuncios están colgados en el momento de la elaboración de este listado. No obstante, el autor se reserva el derecho de lanzarse a por alguno de los chollos con los que se tope, pidiendo disculpas de antemano en caso de que esto sucediera.

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Un lugar llamado Antaño, de Olga Tokarczuk

Un lugar llamado AntañoPara el lector español, justo es decirlo, Olga Tokarczuk es una autora desconocida. No puede decirse que inédita, pero casi: si echamos un vistazo a nuestro mercado editorial, solo encontraremos dos novelas suyas —una de ellas de aparición más o menos reciente— y algún que otro cuento perdido en antologías de alcance minoritario. Sin embargo, en su Polonia natal, Tokarczuk es todo un referente cultural y político. Muy implicada en el activismo verde en un país ennegrecido por el producto de sus minas, ha escrito un buen puñado de libros y ganado unas cuantas veces el premio Nike, uno de los más prestigiosos galardones literarios nacionales. Mi primer contacto con su obra fue precisamente a través de una de esas modestas antologías, editadas gracias a las subvenciones de institutos de cultura afanados en hacer llegar muestras del trabajo de los artistas patrios a todos los rincones del globo. “Velada literaria”, aparecido en Opowiadania (Páginas de espuma, 2008), da una vuelta de tuerca a “La dama del perrito” —Chéjov es uno de los referentes Tokarczuk—, con detalles que recuerdan al existencialismo de finales de los 40. Me pareció una de las narraciones más interesantes del volumen, e inmediatamente tuve curiosidad por encontrar algo más de su autora. Fue así como topé con Un lugar llamado Antaño en una librería online de segunda mano. Editado por Lumen y ya descatalogado, su precio era ínfimo (algo raro en los libros de la colección Palabra en el tiempo) y las pocas críticas que encontré hablaban de novela fantástica y de realismo mágico en clave polaca. Aquello fue más que suficiente.

No sé qué tienen los escritores polacos con el realismo mágico, pero lo cierto es que muchos de los más destacados creadores contemporáneos (Stasiuk, Tokarczuk, Huelle) han trabajado el género de una u otra forma. Parece pertinente afirmar que Polonia es un país que se presta a la mitificación: a lo largo de su historia ha sido conquistado, ocupado e incluso borrado del mapa no pocas veces, su lengua ha sido silenciada y prohibida, su pueblo empujado al exilio y a la muerte. Pese a todo, Polonia ha sabido mantener su identidad; de hecho, esta alteración permanente en sus fronteras ha servido para reforzar su carácter atemporal, y territorios hoy desaparecidos (Galicja es el más claro ejemplo) sobreviven aún en la memoria colectiva de muchos polacos como la tierra de sus antepasados. Visto así, es más fácil entender que la literatura tienda a representar Polonia como un lugar legendario. Pero son los elementos que definen ese espacio idealizado (el paisaje, el clima, las formas de una casa, la taberna y el quiosco, la plaza del pueblo, un modelo de automóvil o una marca de cigarrillos) los que inmortalizan el mito.

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