Una editorial ha de tener mucha confianza en un relato largo para publicarlo de manera independiente en su colección de narrativa contemporánea de cabecera a 14 euros el ejemplar. Este privilegio da una idea de lo logrado por Samanta Schweblin con Distancia de rescate. Una narración fresca y desasosegante que trabaja un entramado con múltiples puertas abiertas a temas no demasiado habituales en las historias fantásticas que se pueden encontrar en las colecciones de dentro del género.
El relato se cuenta a través de una conversación entre una mujer y un niño que encierran una serie de misterios, desvelados a medida que la información fluye entre ambos. Un diálogo durante el cual cual el lector batalla por construir el contexto que le da sentido y donde forma y fondo van íntimamente unidos de la mano. No estamos pues ante un artificio gratuito ideado para oscurecer una historia más sencilla sino que el discurso está ligado a lo que los personajes han vivido. Asimismo, en su intercambio dialéctico crece una atmósfera viciada, ligada a lo que cuentan y lo que callan, que termina siendo el propósito final de Distancia de rescate más allá de una serie de enigmas que, seguramente, serán resueltos páginas antes de la conclusión.