Llevo intentando conseguir este tebeo desde la semana después de su publicación en España. Sin embargo ha resultado imposible; está completamente agotado en la distribuidora y, supongo, los dos ejemplares que quedaban en una librería de Albacete seguirán allí hasta que alguien se entere que en Wallapop se puede vender por 10 o 15 euros por encima de su PVP. El hecho es que la gente del podcast Ansia Viva Cómics ha insistido tanto en él que no me he resistido a comprobarlo sin aguardar a una reimpresión que, estando Planeta Cómic de por medio, cualquiera sabe si llegará. Y joder si les doy la razón; la experiencia creada por Daniel Warren Johnson como autor prácticamente total de Extremity es de primera magnitud.
Esta historia de venganza en un mundo postapocalíptico, de extremidad por extremidad hasta terminar todos mutilados, es un compendio del talento para el dibujo de su autor. Su garra al plasmar las batallas, las peleas, la tortura, las persecuciones es tan potente como su delicadeza al ilustrar las escenas más intimistas, en las que unos jóvenes acogotados por la venganza desatada por su padre buscan alternativas o, simplemente, refugio. Este talento narrativo de Warren Johnson sobresale por encima de la creación del escenario, un mundo postapocalíptico donde diversos clanes rebuscan entre la chatarra para nutrir sus arsenales y parchear una tecnología que han dejado de comprender. Lejos de devaluar el tebeo, este aspecto más vulgar a mitad de camino entre la ciencia ficción y la fantasía, lejos de la complejidad de otros tebeos independientes como el Prophet de Brandon Graham y Simon Roy, beneficia la inmersión.
Hay algún flashback, como el que abre el tebeo, alguna escena desarrollada en paralelo, pero la linealidad es la tónica. El acto A lleva a la reacción B y motiva la emoción C desencadenante hacia el acto D en una secuencia medida con un metrónomo inquebrantable. En esta sucesión destacan unos clímax potenciados por unas viñetas catárticas, en especial cuando son a doble página. A ritmo de una por tebeo, permiten el lucimiento de Warren Johnson sin caer en lo gratuito y reafirman el control detrás de una narrativa que hace un uso magnífico del formato comic book para iniciar, desarrollar y cerrar una acción como puerta de entrada a la que veremos en la siguiente entrega.
Dibujo apoteósico, un mundo aseado, una narrativa bien fundamentada, una gama cromática muy adecuada a la aridez, herrumbre y sangre que caracteriza el escenario, creada de Mike Spicer… El único ingrediente del cómic que no termina a la altura del sobresaliente es el guión. No tanto en lo que comentaba de la sencillez en las formas, que subliman el absurdo de la violencia y la venganza como motores vitales y la carga que suponen para las nuevas generaciones, como en la simplicidad en algunos elementos del escenario o la solución de tensiones. Particularmente doloroso en un final abrupto que no está a la altura del clímax de las páginas anteriores. No llega a frustrar pero tuerce un poco las expectativas por un desenlace más memorable.
Cuando se ha hablado sobre Extremity las referencias obligadas para contextualizarlo han hecho mención desde la Nausicaä de Miyazaki y ese apocalipsis ecológico con el transfondo de enfrentamiento entre clanes (con un tramo final muy parecido), a ficciones cinematográficas como Mad Max o, por qué no, Dune. Sin embargo hay una que me parece mucho más clara, en el escenario y, especialmente, en lo temático: el Grendel más de ciencia ficción guionizado por Matt Wagner y, muy en particular, los descomunales Grendel Tales firmados por Darko Macan y Edvin Biukovic. Que a un dibujo deslumbrante sumaban una historia todavía más demoledora (y mejor cerrada) sobre el sin sentido de la violencia hasta el punto de consumar el mejor tebeo que se ha hecho sobre la guerra civil en la antigua Yugoslavia.
Independientemente de estas consideraciones, Warren Johnson demuestra lo bien integradas y sistematizadas que tiene sus influencias y cómo ha conseguido reformularlas en una historieta autoconclusiva. Entiendo que se haya agotado tan rápido. Me cuesta comprender cómo no hay una reedición ya en las tiendas.
Extremity
Traducción: Ignacio Bentz
Planeta Cómic. 2019
Tapa dura. 304 pp. Color. 25€
Ficha en la web de la editorial
Gran reseña. Lo tendré que leer también como “tú”.