Dejé de pedir la traducción de obras breves completas hace tiempo. Aparte de la heterogeneidad de este tipo de libros, basta mirar lo ocurrido con los colecciones de cuentos publicadas por Gigamesh para percatarse de su viabilidad más allá de dos o tres nombres. Tampoco parece que los “Lo mejor de…” tengan especial eco entre un público cada vez más atado al novelón de chorrocientas páginas/partes, salvo los dos o tres autores evento que han sabido hacerse un hueco para sus cuentos. En este contexto, ya había perdido la esperanza de ver la obra de James Tiptree, Jr. / Alice B. Sheldon con una nueva traducción. Ha tenido que llegar un proyecto modesto como Crononauta para poner su nombre de nuevo en las librerías. Recupera a una escritora esencial para entender la ciencia ficción de la segunda mitad del siglo XX con un volumen, cuanto menos, atípico.
Lejos de apostar por una colección de relatos al uso, Una mirada a Alice B. Sheldon se ha concebido como una presentación. Incluye una introducción, tres narraciones acompañadas de sus notas contextualizadoras e ilustraciones de Chari Nogales, y un breve ensayo de la propia Sheldon: “Una mujer escribiendo ciencia ficción”. Este texto, redactado meses antes de su muerte, apareció en Women of Vision. A partir de las preguntas de Denise Du Pont, escritoras como Ann McCaffrey, Joan D. Vinge o Marion Zimmer Bradley cristalizaron en una serie de ensayos sus ideas sobre sus respectivos procesos creativos. En el suyo, Sheldon hace una puesta en situación que, a flor de piel, expone su compleja relación con el mundo en que vivió y la ciencia ficción. Plasma los temas que la guiaron al idear sus historias, las contradicciones derivadas de su publicación detrás de un seudónimo o los problemas que experimentó con parte de sus amistades del fandom cuando descubrieron quién estaba detrás de James Tiptree, Jr. en una labor de autodefinición cargada de emoción. Además el equipo detrás del libro le saca el máximo partido; ha seleccionado tres narraciones que resuenan en la frecuencia de las ideas planteadas en “Una mujer escribiendo ciencia ficción”. De esta manera, Una mirada a Alice B. Sheldon ejerce como pertinente muestrario de una obra repleta de talento.
El otro contenido excepcional del volumen es “Lo mejor que podemos hacer”. Esta novela corta publicada en 1985 estaba inédita en castellano y forma parte de un conjunto de historias de mediados de los 80, Rift, publicados cuando Sheldon recuperó el ritmo de escritura tras unos años de crisis. Su primera sección se me ha atascado porque, en la huida de su joven protagonista, Coati, para vivir aventuras, son demasiado introducción de mundo y situación. Y eso a pesar que esas 25 o 30 páginas cuentan con la frescura de asistir a una variante de la space opera Heinleniana pasada por su tamiz personal. No es hasta el encuentro con una inteligencia alienígena, Syl, cuando “Lo mejor que podemos hacer” sale de lo formulaico.
La comunión entre Coati y Syl aparece teñida de incertidumbre. Coati se ve ante una forma de vida entre simbiótica y parasitaria cuya naturaleza no se revelará hasta el último acto, cuando el viaje por la frontera termine con el descubrimiento del destino de unos exploradores desaparecidos. El tono colorista y despreocupado de la peripecia se torna entonces trágico, desnudando en su despiadada resolución la fragilidad y la grandeza de lo humano.
La autora de “El humo se elevó sobre su cuerpo” enfatiza estas ideas tan suyas con una transición en la estructura narrativa. El tiempo utilizado, el presente, impulsa un aire enigmático que se potencia cuando dejamos de seguir directamente a la pareja y el narrador omnisciente continúa su aventura a partir de grabaciones de su búsqueda. Si los diálogos entre Coati y Syl ya empujaban “Lo mejor que podemos hacer”, con este cambio el relato se hace todavía más directo mientras comienza a destilar ese característico sabor agridulce de Tiptree, Jr. El tono fatalista se entreteje con el cariño y el amor que existe entre ambas y precipitan un amargo desenlace en una hermosa vuelta de tuerca de ese artefacto aberrante que fue “Las frías ecuaciones“.
La construcción de “Lo que podemos hacer” desde el extrañamiento es otra cuestión particular de Sheldon, algo todavía más evidente en las otras historias elegidas para completar Una mirada a Alice B. Sheldon. Lejos de facilitar la entrada en ese futuro, de preparar un espacio de comodidad, la narración distancia al lector de lo cotidiano aunque parta de lugares habituales como una misión espacial en nuestro sistema solar o el fin del mundo. Este mecanismo propicia la empatía con unos personajes que padecen su misma alienación mediante experiencias traumáticas cuya dimensión no suele apreciarse del todo hasta bien avanzado el relato.
“Houston, Houston, ¿me recibes?” pasa por ser la novela corta más traducida de Tiptree, Jr, en parte consecuencia de esos premios Hugo y Nebula de 1977. Pero no es el único motivo por el cual figura en el libro. Su argumento se centra en el primer contacto entre los tres tripulantes masculinos de una nave que buscan la manera de recuperar el curso hacia la Tierra y una sociedad 200 años posterior. El choque se sostiene en el lapso de tiempo transcurrido, en el extrañamiento respecto a esos descendientes futuros y en la caracterización fundamental de los tres personajes. “Houston, Houston, ¿me recibes?” se enfoca como una acerada sátira de los roles en las historias tradicionales del espacio; de representaciones de masculinidad muy arraigadas; y de la reacción ante un entorno alejado de esa norma.
Las claves son certeramente expuestas en una nota escrita por Elena Lozano, algo que repite en el resto de narraciones y se convierte en otro motivo para acercarse a Una mirada a Alice B. Sheldon. Entre otras cuestiones, Lozano apunta el golpe que supuso el regreso de la vida cotidiana después de su participación en la Segunda Guerra Mundial; cómo, tras haber compartido tanto tiempo exclusivamente con mujeres, la mayoría se vieron obligadas a retornar a sus discriminaciones tradicionales, algo aquí expuesto con una descripción descarnada íntimamente conectada con el tema de la clonación, parte esencial de un torpedo contra la ciencia ficción tradicional con el ingenio de El sueño de hierro condensado en la tercera parte de extensión. Todas las puntadas en Tiptree tenían hilo en doble y triple hilera.
La última historia, “Esterilidad forzada“, había sido traducido hasta ahora con variaciones de “El eslabón más débil”; un cambio comprensible dada la dificultad de trasladar el original: “The Screwfly Solution”. Ganador del premio Nebula en 1978 al mejor relato, marca la aparición de Racoona Sheldon, su otro seudónimo detrás del cual se siente una vía más directa a la hora de tratar sus temas. En este caso el genocidio de las mujeres se materializa a través de una serie de textos entrelazados (cartas personales, informes de campo) en los que se suceden el mundo exterior y el interior de quienes lo experimentan. Su encadenamiento conduce a una angustiosa ratonera y a una catarsis complementaria a la de los otros relatos seleccionados. Como curiosidad, “Esterilidad forzada” está maquetado con una sucesión de tipografías fiel a la que Sheldon ideó pero no pudo ver cuando se publicó.
Supongo que esta concepción como libro de relatos tan diferente a la que nos hemos acostumbrado puede jugar a la contra de Una mirada a Alice B. Sheldon. Un lector nuevo quizás hubiera preferido algo más convencional, con algún título adicional que abarcara otras facetas de su obra (¿”La muchacha que esta conectada”, “Amor es el plan”?). Un lector con un cierto bagaje quizás hubiera apreciado más material inédito. Y en “Lo mejor que podemos hacer” aguarda una promesa de que en la secuencia Rift puede haber calidad suficiente para recuperarla por completo. Sin embargo, las nuevas traducciones junto a ese space opera juvenil, las notas de Elena Lozano y, sobre todo, ese desgarrador “Una mujer escribiendo ciencia ficción” redondean un libro necesario. Funciona genial como presentación o como reencuentro con una escritora que, utilizando los recursos de la ciencia ficción, creó una obra excepcional merecedora de mejor suerte que la que ha tenido esta última década.
Finalmente, una pequeña acotación. En la introducción, Carla Bataller achaca el descenso de traducciones de relatos de Sheldon a la revelación que detrás de su nombre estaba una mujer. Me cuesta estar de acuerdo sin al menos estimar el siempre complejo campo de la publicación de ciencia ficción en España. Con en el cambio de década de los 70 a los 80 desaparecieron las cabeceras que, sistemáticamente, venían traduciendo cuentos: Nueva Dimensión, las selecciones de Bruguera, un poco más tarde la revista Minotauro o El Péndulo… Esta tarea quedó prácticamente para las colecciones de relatos, que en el caso de las tres traducidas de Tiptree (Cantos estelares de un viejo primate, Mundos cálidos y otros, A diez mil años luz) aparecieron después de este suceso.
La consecuencia de este cambio de panorama lo sufrieron incontables escritores que surgieron entre los 70 y los 80. Por poner un par de nombres sangrantes, ahí están Pat Cadigan (inglés, español) , cuya obra es conocida exclusivamente en España gracias a su colección Matrices, o de Michael Swanwick (inglés, español) del que apenas nos han llegado sus novelas. Tampoco conviene olvidar la zozobra que padecieron quienes tenían unas inquietudes más próximas a la new wave cuando el público y las editoriales comenzaron a preferir otro tipo de ciencia ficción (algo que, por ejemplo, también vivió Thomas M. Disch, lo que le llevó a abandonar la ciencia ficción), o el auge de movimientos diametralmente opuestos como el cyberpunk (que apenas hemos visto tarde e infrarrepresentado por esa carencia de lugares).
Una mirada a Alice B. Sheldon (Ed. Crononauta, 2021)
Traducción de Carla Bataller Estruch
Rústica. 228 pp, 19€
Ficha en la web de la editorial
Editado 14/3/2021: @SkySF ha estudiado las traducciones al castellano de la obra de Tiptree, Jr. y pone en cuestión la misma afirmación sobre que se la tradujera menos después de revelar su verdadero nombre. Se puede leer su aportación en el siguiente hilo de tweets
No. El número de traducciones de los relatos de James Tiptree, Jr./Alice B. Sheldon no disminuyó al conocerse su identidad.
Refutación de lo que se afirma en el prologo de “Una mirada a Alice B. Sheldon”, editado por Crononauta.
— Premios y Listas 2021 !!! (@SkySF) March 14, 2021
Qué bien lo de la sucesión de tipografías para “The Screwfly Solution”! (Joe Dante adaptó este cuento al cine y le quedó estupenda la versión, la verdad).
Un saludo,