Esta historia del enfrentamiento entre dos editoriales sinónimo de superhéroes ofrece justo lo que promete: da testimonio de una rivalidad iniciada en los años 60 (antes no había combate), extendida durante seis décadas y con un ganador incontestable. Para montar su relato Reed Tucker acude biografías, artículos en diversas publicaciones, entrevistas con los protagonistas, y desmenuza los sucesivos encuentros y, sobre todo, desencuentros entre ambas. Los grandes hitos, los castañazos, las maniobras trapaceras para controlar a la competencia, la contratación de autores, las movidas de la distribución, se describen con detalle justo para el lego. Supongo que los fanes totales hubieran deseado una mayor profundidad, detenerse más en las cuestiones apuntadas, pero entonces habríamos tenido un libro más voluminoso y menos ágil. Dada la deficiente publicación en España de los tebeos de DC en comparación con el universo Marvel durante grandes períodos de tiempo, y la falta de un libro de referencia como Marvel Cómics. La historia jamás contada, de Sean Howe, puede ayudar a completar un paisaje hasta ahora fundamentalmente contado desde uno de los lados. Aquí radica el principal interés del libro: ver la feria desde las oficinas de DC y su diálogo con la historia establecida de Marvel.
Es divertido leer la sorpresa de Mort Weisinger y el resto de su equipo editorial ante el fenómeno Marvel de los 60, un chascarrillo que va y viene durante muchas páginas y ofrece momentos hilarantes. Estaban desbordados por su incomprensión ante el atractivo de unos tebeos plagados de dibujos “feotes”, diseños y colores extravagantes y portadas que iban contra el estándar que habían establecido unos años antes cuando personajes como Flash o Linterna Verde abrieron la Edad de Plata de los superhéroes. Tras dos décadas dominando el mercado, mes tras mes el público joven los abandonaba a cientos. Reed Tucker, además de las ideas habituales (las diferentes concepciones de universos compartidos; la facilidad para conectar cuando el escenario está más cerca de nuestra realidad cotidiana), describe alguna de sus reuniones y la medidas que abordaron para intentar contrarrestar y emular sus logros. Son los primeros ladrillos de una política errática incapaz de seguir el paso marcado primero por Stan Lee y Martin Goodman y, después, por sus diferentes “herederos”. Un sendero que los llevó hasta un segundo puesto en el mercado y multitud de problemas. Algunos de los cuales también han contagiado a Marvel.
En esta veta es particularmente interesante la intrahistoria de la llegada de Jack Kirby a la editorial tras su salida de Marvel y los problemas a los que se enfrentó. La incomprensión hacia su arte que llevó a redibujar el rostro de su Superman para adecuarlo al estándar aceptado por los responsables artísticos, o las filtraciones de su material a Marvel detrás de los cuales estaba su entintador en los primeros números para DC, Vince Colleta (y que años después terminaría siendo director artístico). También todo lo referente a la implosión de 1978 o la llegada de Jenette Kahn, alguien sin conocimiento del mundo del cómic y que terminó convirtiéndose en el puntal de la empresa durante un cuarto de siglo. Los mejores años creativos de la editorial.
El relato de Tucker difiere mucho del libro de Sean Howe. Menos interesado en las pequeñas historias personales que conforman la gran historia de las empresas, apuesta, sobre todo, por un talante expositivo. Evita los rumores, las anécdotas mordaces, y no se detiene en los asuntos más polémicos más que para apuntarlos. Son muchos años de historia que plasmar, multitud de cuestiones creativas, de distribución, de competencia en el punto de venta, de defensa de los derechos de autor, de adaptaciones a la televisión y al cine… Es ahí donde el libro se hace fuerte: datos y hechos. En la edición de Planeta Cómic al final se incluyen las fuentes bibliográficas utilizadas por Reed para documentarse y un índice onomástico; el libro es una fuente de referencias incontestable. A veces, eso sí, esa voluntad de ser expositivo le juega malas pasadas. Algunas de las acotaciones para recordar quién es quién son redundantes. A Alan Moore se le llega a hacer de un párrafo para el siguiente, al poco de ser presentado.
Sobre el estándar de la edición, las primeras páginas ya dan una idea de lo que es el resto del libro: gramática idéntica a la inglesa, algunos juegos de palabras traducidos de manera pedestre, erratas… Marvel vs DC está a falta de una corrección de estilo seria en un texto que, por otro lado, quiere adaptarse al mercado español (se incluyen citas a material de cómics publicados con página y todo), pero que después lo pone casi todo en inglés, títulos de colecciones y nombres de personajes (¿Human Torch? ¿BEYONDER? ¿En serio?). Aunque también te encuentras con que el Capitán América es miembro de los Avengers.
Marvel vs DC (Planeta Cómic, 2021)
Slugfest. Inside the Epic 50 year Battle between Marvel and DC (2017)
Traducción: Ignacio Bentz
Tapa blanda. 384pp. 22 €