Caitlin R. Kiernan es la escritora detrás de La joven ahogada, la novela más modernuqui entre las publicadas por Valdemar en la colección Insólita y, tengo el pálpito, de las que menos repercusión logró. Es hasta entendible dado que aquel relato heterodoxo y fragmentado de búsqueda de la propia identidad a través de los cuentos de hadas estaba más próxima a las inquietudes de los lectores de una colección generalista; poco terror/horror/espanto había en sus páginas, más allá del que pudiera despertar su vértigo existencial. Además de por este libro, Kiernan es apenas conocida en España por sus guiones para La chica que quería ser muerte, entre lo más aseado de los tebeos surgidos al calor de Sandman, y sus relatos Lovecraftianos presentes en Alas tenebrosas y Ominosus. Una vertiente dentro de la cual encuadraría Agentes de Dreamland. Si bien queda alejada de los mundos concebidos por el autor de Las montañas de la locura, comparte ingredientes con su concepción del terror preternatural.
Puestos a resumir su contenido en un blurb, Agentes de Dreamland funciona como piloto de un Planetary Lovecraft Edition. Sus páginas están dominadas por un par de agentes cínicos de la muerte a la caza de una secta que quiere recuperar la Tierra para unas criaturas inhumanas, primas hermanas de las creadas por el carca de Providence y su maestro fungoso, William Hope Hodgson. En la epidermis, son evidentes sus puntos comunes con El archivo de atrocidades, aunque sin lo que me alejó de ella (los ladrillos de información; los guiños geek) y con un relato dislocado entre varios tiempos y narradores que, a brochazos, establecen el contexto de un universo cuyo desarrollo podría desarrollarse en futuras historias. O no.
En mi recepción hay una tensión entre dos posturas que, curiosamente, parten de percepciones primas-hermanas. La conjunción de los diferentes textos no consigue ocultar la simplicidad de un trama más vista y esterotipada que un telediario cuando relata la enésima ola de frío/calor, aunque acierta a alambicarlo hasta el punto que en su ecuador todavía parece prometer más de lo que ofrece. Sin embargo, también ese despliegue, esa conjunción de porciones narrativas de diversa índole, tiene algo más que de recurso para engatusar. Mientras la historia encadena las acciones de los agentes persiguiendo a los cultistas entre California y Arizona, los recuerdos de una yonqui que ha caído en sus redes, la existencia de una película de space opera rodada por James Whale, los entresijos de las agencias y su protección del planeta de unas criaturas cuyos avatares se manifiesta en la radiación de fondo que anega el cosmos, Kiernan refina la plasmación del caos, el desconcierto y la ambigüedad de esta época incierta, difícil de aprehender.
Y es detrás de esta forma postmoderna, de reflejo cínico de un ahora fragmentado y confuso, el tenue y agudo sentido del humor detrás de la composición y del discurso (esos pasajes sobreadjetivados con gracejo) termina de decantarme positivamente sin alharacas hacia esta novela corta, algo más que un pastiche, algo más que una sátira. No obstante (sí, este es un comentario con sin embargo), el formato elegido por Runas me disuade de recomendarla.
Agentes de Dreamland se podía comprar originalmente en digital a 3 pavos y aquí está 8,5 euros… sabiendo que es una oferta porque puede volver a los 14 (y que puede desaparecer de nuestros ebooks en el futuro gracias a la bendición del DRM). Un relato que se lee en hora y media y que, más o menos, está en la línea de “Casas bajo el mar”, también de Kiernan y que Fata Libelli reunió con otros dos relatos en Ominosus por 5 euros. Supongo que por eso cerró. El hecho es que si al menos contara algo cerrado, le vería el sentido. Pero dado que apenas es una puerta de entrada, ¿no habría sido mejor reunirlo con lo que pudiera venir después en un volumen más extenso y razonable? A su precio en papel, por mucha tapa dura que le hayan puesto, o en digital se me hace excesivo.
Agentes de Dreamland (Alianza Editorial, col. Runas, 2018)
Agents of Dreamland (2017)
Traducción: María Pilar San Román
Tapa Dura. 128pp. 14 €
Ficha en La tercera fundación