En el Chicago de la gran depresión, Harper Curtis encuentra una casa encantada que le permite viajar en el tiempo. Impulsado por una fuerza más allá de su comprensión, este tipo violento y marginal se desplaza por determinados momentos de las décadas posteriores. Se encuentra con una artista de variedades, una comunista arrinconada en plena caza de brujas, una trabajadora negra de la industria bélica de la Segunda Guerra Mundial… Chicas que, a sus ojos, desprenden una luz irresistible: las luminosas. Estas mujeres pertenecientes a minorías de diversa índole, en varios casos alienadas por la sociedad de su época, se convierten en víctimas de un asesino en serie que, crimen tras crimen, refina sus métodos y progresa en su nivel de sadismo. Kirby es la única superviviente a uno de sus ataques. Años después entra a trabajar como becaria en el Chicago Sun-Times con la intención de documentarse sobre crímenes salvajes para localizar a su brutal agresor. Es el comienzo de una búsqueda quimérica porque… ¿cuál es la probabilidad de descubrir a alguien capaz de viajar en el tiempo?
En Las luminosas, Lauren Beukes exhibe su pericia a la hora de construir un thriller. Imprime un ritmo vibrante a partir de capítulos breves y una narración fragmentada entre los viajes en el tiempo de Harper a la caza de sus víctimas y los otros personajes por los que mueve el foco del narrador: fundamentalmente Kirby y Dan, su jefe. Cada salto entre las diferentes localizaciones temporales de cada capítulo, apuntada con una fecha al inicio de cada uno de ellos, alimenta el misterio a medida que se suceden acontecimientos en los que los efectos llegan a preceder a las causas.
Durante la primera mitad de la novela se exponen las guías conductoras: el modus vivendi (y operandi) de Harper; la manera de ser de Kirby y su relación con Dan, redactor de la sección de deportes antes a cargo de los crímenes violentos; y las características de las víctimas. Entonces se alcanza uno de los dos clímax de Las luminosas y, a la sazón, su capítulo más espeluznante: el sobrecogedor ataque a Kirby, una narración escalofriante que no ahorra detalles a la hora de describir el ensañamiento del cazador. Atravesado este momento traumático, a lo largo de las ciento cincuenta páginas siguientes se establecen las bases del segundo clímax: el enfrentamiento definitivo con el asesino. Lo más atractivo de esta parte de la novela es la búsqueda de Kirby, un poco dando palos de ciego alrededor de los archivos y víctimas de asaltos, donde no termina de hilar los indicios que la narradora se preocupa de dar a conocer.
Es una parte del libro donde aparecen dos temas mucho peor resueltos: el innecesario interés romántico entre Dan y Kirby, tan impostado como superfluo, y el encallamiento de la historia de Harper, encerrado en un esquema reiterativo y tedioso. Como personaje apenas muestra nada que no haya ofrecido en las primeras páginas. Salvo el pequeño giro final que cierra el lazo causal del argumento, poco o nada nuevo sabemos de su origen, sus motivaciones…
Se considere como se considere la novela, resulta triste lo ocurrido con ella como penúltimo título publicado por la desastrosa colección de RBA, cuyo camino hacia el abismo era bastante evidente. Las luminosas merecía otro destino. Me parece una obra llamada a ser disfrutada por una base de lectores más amplia de la habitual en las colecciones de género. De hecho, en un intento por alejarse de la imagen de ciencia ficción casposa del resto de la colección, un poco a la desesperada, se buscó diferenciarla para desprenderse del olor a gueto, pero los chicos de marketing no estuvieron muy inspirados y eligieron para su cubierta una diarréica combinación de colores. Además, con el final del verano de 2013 el calor de los editores de RBA se volatilizó y abandonaron al libro a su suerte, sin el apoyo que habían manifestado meses antes. De poco sirvió la limitada expectación creada en las redes sociales con numerosas reseñas publicadas antes de su lanzamiento, con una mayor repercusión en las semanas previas que después de llegar a las librerías.
Sea como fuere, una lástima porque Las luminosas es una novela ágil y accesible. Es truculenta, dulce o divertida cuando tiene que serlo, y atina a crear y (más o menos) mantener la tensión. Todos los ingredientes que debiera tener un buen thriller.
Las luminosas (RBA, 2013)
The Shinning Girls (2013)
Traducción: Pilar Ramírez Tello
Rústica. 416pp. 19 €
Ficha en La Tercera Fundación
Curiosamente Beukes parece que ha sobrevivido a uno de los males más perniciosos del embolado editorial patrio, eso de que si te publican un libro en una editorial y por lo que sea (normalmente nada que ver con la calidad o falta de calidad del libro en cuestión) se da un batacazo comercial, pues adiós muy buenas porque luego ya no va a ver quisqui que se atreva a tocarte.
Y la Beukes parece que ha pasado por este trámite sin inmutarse, porque su última novela la ha publicado Siruela, nada menos:
http://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=2933
Novela, por cierto, con un grado de madurez mayor y con un interesante giro fantástico en su último tercio. La semana que viene, reseña por aquí.