La ciudad y la ciudad, de China Miéville

La ciudad y la ciudadEste es uno de esos libros en los que anhelo la fortuna de quienes llegaron a él sin tener la más remota idea de su contenido. No por la mandanga esa de las expectativas y las insatisfacciones ante las ilusiones creadas. De verdad de la buena, envidio haberme acercado libre de las ideas previas provenientes de textos de cubierta trasera, reseñas, el tráiler de su adaptación a la tele… Mataría por haber podido descubrir cómo su autor introduce determinados conceptos a través del estilo. Cómo mientras el inspector Tyador Borlú relata sus pesquisas iniciales para resolver un asesinato en la ciudad centroeuropea de Besźel, aparta la mirada y “desvé” las callejuelas, los viandantes, los vehículos de Ul Qoma; la ciudad superpuesta sobre Besźel y cuyo entrelazamiento lo es todo en la novela.

Aun no siendo un McGuffin sensu stricto, desentrañar ese crimen planteado en su primer capítulo durante muchas páginas apenas parece una excusa para desplegar y desarrollar el escenario de La ciudad y la ciudad. La coexistencia de sus ciudadanos en los mismos espacios sin interactuar mutuamente; los mecanismos burocráticos que favorecen la colaboración de Besźel con Ul Quoma; los insólitos yacimientos arqueológicos donde se explora el pasado antes y después del entrelazamiento; las relaciones internacionales de ambas urbes; el pavor a la Brecha, la organización que persigue las irrupciones desde una de las ciudades en la otra… apenas son una parte de las facetas tratadas mientras Borlú cuestiona a los testigos y sospechosos y se da de bruces con los condicionantes de un sistema entre lo absurdo y lo racional.

Miéville sitúa Besźel/Ul Qoma en una Europa contemporánea y se beneficia de las resonancias entre su descripción y el bagaje del lector sobre la zona. Las tensiones de la guerra fría, el auge de los nacionalismos, la fascinación que su historia y su cultura produce en el extranjero… se sienten, acrecientan y retuercen bajo la batuta de una imaginación controlada, ajena a los delirios del tríptico de Bas-Lag. Es elocuente la actitud de la mayoría de los ciudadanos de Besźel y de Ul Qoma. Cómo en sus quehaceres cotidianos han aprendido a observar de manera furtiva a las personas que les rodean y determinar con quien pueden o no relacionarse, según en qué ciudad estén y de dónde crean que es esa persona que ha rebasado el umbral de su percepción. Cómo deliberadamente ignoran detalles fundamentales de lo que ocurre ante sus ojos para evitar las incomodidades de una brecha mientras transgreden constantemente las normas asumidas, aun bajo el pavor a ser descubiertos por esa policía secreta que observa su comportamiento e interviene cuando menos se la espera.

The City & The CityA pesar de las lecturas y los paralelismos entre su constructo y nuestra realidad, Miéville acrecienta y disminuye a conveniencia el grado de extrañeza e impide asentar cualquier equivalencia. Al cortocircuitar estas conexiones, atrapa al lector en ese incómodo territorio en los intersticios de los horizontes de expectativas y le arrea una señora patada a la alegoría.

Es aquí donde tengo que alabar el acierto de utilizar una historia criminal de sustrato. Lejos de quedarse en un sencillo quién lo hizo o de mantener un punto superficial en las pesquisas de Borlú, Miéville reboza su relato por las facetas más deplorables de unos regímenes decrépitos y deja al aire muchas de sus miserias. Su protagonista se erige en defensor de unos valores en riesgo bien porque se siguen al pie de la letra unas normas que impiden satisfacerlos, bien porque son irrelevantes y están supeditados a las necesidades individuales de ególatras sin empatía. El punto subversivo de la novela negra se aúpa como guinda sobre su perturbador acercamiento al fantástico.

La nueva edición de Nova conserva las constantes de la recuperación de su obra publicada originalmente por La Factoría de Ideas. Se mantiene la excelente traducción de Silvia Schettin, tan inspirada a la hora de trasladar el discurso de Borlú como al adaptar la terminología y los neologismos propios de una situación tan ajena a nuestra experiencia. Hay pequeños detalles ortotipográficos que hacen pensar en la necesidad de una corrección más exigente, pero no hay ni punto de comparación. El uso de 80 páginas más para imprimir el texto hablan por sí solas de lo bien que se lee esta edición frente a las tradicionales compresiones de los libros de La Factoría de las Ideas.

La ciudad y la ciudad (Ediciones B, Nova Ciencia Ficción, 2018)
The City & The City, 2009
Traducción: Silvia Schettin
Rústica. 400pp. 21,90 €
Ficha en la web de La tercera fundación

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