En la tertulia de Santander hemos montado un anárquico club de lectura. Cada uno o dos meses seleccionamos un nuevo título fácil de conseguir, en librerías, bibliotecas u otros medios. Así cualquiera puede hacerse con él y participar en el pequeño debate de la siguiente tertulia. A mediados de Abril, acercándose el verano y el festival Celsius, nos decantamos por uno de los escasos nombres entonces confirmados: Ramsey Campbell. Uno de los saldos más recientes de La Factoría, reedición del premio Británico de Fantasía en 1989. Todavía no sé si mi opinión está en minoría porque retrasamos el debate hasta Junio, pero he quedado bastante satisfecho con la elección.
Parto de la base que Influencia no es el colmo de la originalidad. Campbell escribe una narración mil veces vista: el intento de una fuerza sobrenatural por poseer a una niña pequeña y vivir de nuevo a través de ella. Rowan es la hija de un matrimonio con problemas económicos pretendida por su tía abuela, Queenie, una mujer excéntrica con un fuerte ascendiente sobre toda su familia. Arrastra una intrahistoria de la cual no se habla y apenas se vislumbra en pequeños fragmentos encerrados en conversaciones desperdigadas a lo largo de la novela. Una serie de temas de los cuales los más cercanos saben y hablan de manera críptica, con multitud de silencios y sobreentendidos, para cabreo (y curiosidad) de los observadores ajenos.
Campbell reviste el misterio con la forma de un cuento de fantasmas clásico para explorar las ramificaciones de esos “cadáveres” en el armario. Su efecto tanto en los que los han sufrido directamente, como el hijo de Queenie con un pasado de abusos sexuales, o Hermione, su sobrina y tía de Rowan con una personalidad inestable debido a sus padecimientos durante su infancia, como en los que los desconocen. Para acentuar su mordiente, también intervienen los padres de Rowan y los aspectos de su relación que mantienen fuera del conocimiento de su hija. Aunque Rowan se entera de ellos gracias a la intermediación de la maquiavélica voluntad inmaterial de una Queenie interesada en alejarla de sus progenitores para erosionar su personalidad y ocupar su cuerpo, el elemento sobrenatural funciona como una potente alegoría acerca de cómo los hijos se terminan enterando, y padeciendo, los secretos de sus padres.
En esta historia de suspense sobrenatural tiene su importancia el lugar narrativo: un escenario de clase obrera británica tras las secuelas del huracán “liberalizador” de los primeros gobiernos de Margaret Thatcher. No hasta el punto de poder hablar de Influencia como de novela social pero sí con la suficiente intensidad como para observar las consecuencias de la erosión del sistema de bienestar británico, la falta de ayudas a las familias de clase media-baja, el cambio de la política de vivienda… Además sitúa el drama en una frontera tan engañosamente homogénea como el límite entre Inglaterra y Gales. La historia se enriquece con los contrastes entre uno de los núcleos obreros más importantes del país y su vecina zona rural donde el tiempo parece haber quedado atrapado en ámbar.
Por encima reluce el talento de Campbell para crear tensión a partir de hechos entre cotidianos y manidos. Rara es la situación en la cual no se prevea el desenlace, sin embargo durante las doscientas primeras páginas se suceden las escenas (ligeramente) angustiosas. Este mal rollo es una simple preparación para la mejor secuencia del libro: el asalto definitivo de Queenie sobre una Rowan ya del todo alejada de su familia y consciente de lo que se cierne sobre ella. Un puñado de páginas donde la intriga y la congoja retuercen y engañan a un lector incapaz de discernir entre realidad y ensoñación. Lástima que este apogeo se vea sucedido por las últimas 100 páginas. La indolente resolución donde cualquier inquietud se volatiliza y el relato desemboca en un final incapaz de alcanzar las cotas del clímax anterior. No conjura las buenas sensaciones pero sí mitiga mucho la valoración de la novela.
Influencia (La Factoría de Ideas, Col. Solaris Terror / Eclipse 62, 2012)
The Influence (1988)
Traducción: Silvia Schettin
Rústica. 320pp.
Ficha en la web de La tercera fundación