A menudo se ha dicho que las ucronías, las historias alternativas que surgen a partir de un punto determinado de nuestra realidad para desarrollarse libres sin las restricciones de la historia conocida, son uno de los subgéneros de la ciencia ficción que más especulan y hacen reflexionar; ya sea por su proximidad a la memoria colectiva o su capacidad de crear nuevos mundos y nuevas situaciones mucho más vinculadas al lector que otros escenarios de la ciencia-ficción.
Este caso encaja perfectamente en esta definición. Franco, Una historia alternativa es una recopilación de ucronías dirigida por Julián Díez que intentan precisamente eso: especular y dar elementos de reflexión en torno a la historia española durante momentos culminantes del siglo XX. Buena parte de las narraciones se basan en hechos trascendentales como la Guerra Civil o la Segunda Guerra Mundial, que en mayor o menor medida han afectado a la población de este país y que son puntos de inflexión perfectos para cambiar la historia de forma significativa.
Hay que decir también que este proyecto es pionero en el sentido que buena parte de las obras se han encargado expresamente para esta antología. Esta idea pretende, en buena parte, solventar el hecho de la escasez de antologías temáticas que hay en este país. La inclusión de algunos de los principales escritores de ciencia ficción y fantasía que escriben en castellano es el principal golpe de efecto que nos encontramos al repasar el índice. Ésta es una buena oportunidad para ver juntos a autores con una carrera ascendente dentro del panorama de la literatura de género con otros más desconocidos pero no menos válidos.
El resultado es una antología que mantiene siempre unos mínimos de calidad pero que, quizás, no llega a la altura de las expectativas de alguna de las firmas que aparecen. Sin embargo lo mejor de todo es que los autores se han decantado por narrarnos historias alternativas bajo puntos de vista muy diferentes: falangistas, republicanos, franquistas etc… Esta multivisión proporciona las bases para concebir grandes debates sobre los elementos que podrían haber distorsionado la historia española y haber desembocado en los mundo imaginados por cada autor.
Empecemos por el principio. El relato “Ñ” de David Soriano ha sido, según las palabras del recopilador, el embrión de la idea de agrupar ucronías que trataran la historia del siglo XX en España. “Ñ” parte del hecho de que durante la edad media la nación que acabó siendo predominante en el control de la península Ibérica fue la catalana y no la castellana. Por lo tanto España se fundó como un conjunto de naciones –al igual que ahora– pero bajo la tutela de los catalanes. La historia se supone siguió más o menos como la conocemos pero con el poder en el otro lado del Ebro –concretamente en Lleida–, de manera que llegamos al periodo de la transición española con un dictador catalán de extrema derecha que acaba de morir después de gobernar 35 años y con una nación castellana que reclama sus derechos históricos y culturales mientras espera el retorno de su presidente en el exilio.
El autor nos abre las puertas de esta extraña España, tan parecida y tan diferente a la actual, con un argumento interesante pero que queda superado por la ambientación y por la visualización de un escenario especulador que hará sonreír a más de un catalán y quizás reflexionar a más de un español. Ver cómo Lleida es la capital de España y como Valladoli(t) es la capital de una nación castellana que clama por sus derechos es un efecto chocante para los que vivimos en este estado. El autor intenta simplemente narrar unos hechos de forma neutral y nada apasionada pero las visiones que proporciona quedarán grabadas en nuestra memoria bastante tiempo. Soriano escribe con sorprendente facilidad de manera que el texto entra por sí solo a pesar de los planteamientos tan diametralmente opuestos a la realidad y nos deja esta ucronía que nos puede ayudar a reflexionar sobre temas políticos vigentes hoy día. Excelente.
“Luz Inhumana” es una ucronía sobre lo que hubiera podido pasar si el desarrollo de la bomba atómica se hubiera realizado en España durante la Guerra Civil. Eduardo Vaquerizo nos presenta una historia repleta de flashbacks donde aparecen cameos famosos como el de Einstein. La visión del conflicto bajo la perspectiva de que la guerra se podría haber detenido enseguida si se utilizara la mencionada bomba no deja de recordar la controversia sobre el lanzamiento real de la bomba por parte de los americanos en Hiroshima el año 1945. El debate está servido y Vaquerizo juega con él en determinados momentos pero sin profundizar. En cambio prefiere decantarse por los aspectos más prácticos de cómo conseguir los elementos necesarios para el desarrollo de la bomba. Una buena historia, desigual pero perfectamente integrada en esta recopilación.
Quizás la mejor prosa de la antología la encontramos en la obra presentada por Ramón Muñoz, “Arquitectura fascista”, o lo que es lo mismo: la visión entre nostálgica y aleccionadora de un personaje primordial a la historia de España como es José Antonio Primo de Ribera en una España alternativa donde el general Franco no triunfa en su levantamiento y los falangistas mantienen un poder importante durante muchos años, mientras se intenta continuar su tarea colonizadora en el antiguo Congo Belga. La lástima es que parece una ucronía biográfica incompleta, pues el final que nos ofrece Ramón Muñoz es abierto. Lo que querría recalcar de esta novela corta, sin embargo, es la facilidad del autor por ponerse en la piel de Primo de Ribera. El lenguaje que utiliza el personaje, las formas, todo en definitiva, nos recuerda la forma de pensar y de hablar de los primeros falangistas.
En cambio en “Dos niños jugando”, de Juan Miguel Aguilera, y “Baraka”, de Rafael Marín, el punto de partida de las ucronías son hechos de la vida de Franco donde sus decisiones pueden desembocar en una historia alternativa o en la nuestra propia. Quizás el relato de Aguilera lo he encontrado más desequilibrado, a pesar de tener elementos tan interesantes como una ucronía dentro de la ucronía –una cosa parecida a lo que hizo Dick en El hombre en el castillo–. “Baraka” en cambio apuesta más por el viaje a través del tiempo para provocar la ucronía.
“Los hijos de nuestros hijos” de José Antonio del Valle es la rareza de la recopilación. Por una parte presenta una ucronía que no se desarrolla en España, sino en la Palestina ocupada por los alemanes –que, dicho sea de paso, dominan Europa–. Es una historia sobre el hecho de ser judío, sobre tradiciones y sobre una cultura que lucha por su supervivencia. Pero es una historia que no desemboca en ningún sitio. El argumento nos habla de una misión, de una esperanza, pero no he sabido encontrar a qué se refería. Es posible que José Antonio del Valle quiera que leamos entre líneas, pero el argumento no nos ofrece demasiadas pistas para descubrirlo.
Santiago Eximeno nos presenta “Camino del Cielo”, un relato sobre un representante de una firma funeraria que es enviado a Auschwitz a la presentación de los nuevos crematorios que volverán a funcionar 20 años después. La Alemania nazi domina buena parte de Europa y los judíos continúan siendo perseguidos. Ahora, después de agotar la pausa del exterminio debido a las presiones internacionales, Auschwitz prepara de nuevo los hornos… Una historia angustiante y con muy buen ritmo donde el autor es capaz de poner nervioso al lector, tanto como lo está el protagonista. Un buen trabajo por parte de Eximeno.
Pero no todo son desgracias y momentos tensos. La antología también tiene tiempo para mostrarnos algunos relatos entrañables y con dosis de finísimo humor. Por una parte tenemos la magnífica “El derbi” de Pedro Pablo G. May, una visión, cómo decía, entre humorística y trágica del intento de asesinato de Pelé por parte de franquistas en un momento de máxima tensión del derbi que enfrenta al Real Madrid con el Atlético de Madrid. Todo ello para provocar una cadena de acontecimientos que culminen en una cura del alzheimer de Hitler. Sí, parece una broma, pero el relato combina este humor sutil con un estilo magnífico y el autor demuestra salir airoso de ello.
También en esta dirección encontramos el relato más entrañable: “El Ángel Rojo” de Javier Negrete. Una historia que me ha agradado mucho –sí, a mí también me gustan los superhéroes– y que me ha recordado la nostalgia que siento a menudo por muchos momentos de la infancia. Una ucronía fantástica protagonizada por niños adictos a los cómics de superhéroes en una España dominada por un supervillano llamado Franco. La llegada del Ángel Rojo, un superhéroe americano que ha podido traspasar el bloqueo les cambiará la vida. ¡Genial!
Finalmente sólo añadir que para completar la recopilación también se ha incluido un listado de las ucronías escritas en castellano. Un buen final para los que les haya entrado hambre de consumir más historia alternativa.