¿Qué llevó a Truman Capote a Desayuno en Tiffany’s? ¿Qué quedó de su texto en la adaptación que escribió George Axelrod y dirigió Blake Edwards? ¿Cómo terminó Audrey Hepburn protagonizando la película, tras haberse barajado otras actrices como Marilyn Monroe? ¿Qué tuvo Desayuno con diamantes para convertirse en un evento generacional? Estas son algunas de las preguntas que conducen a Sam Wasson en la escritura de Quinta avenida, 5:00 a.m. Aunque desde los primeros capítulos asienta los dos guías que lo recorren de principio a fin. El primera sobre todo en esos dos momentos: Truman Capote. El escritor detrás de la historia, cuya biografía no sólo permite conocer todo lo que rodeó la escritura de la novela y el camino hacia la adaptación, sino a dos influencias fundamentales para entender a su protagonista, Holly Golinghtly: su madre y Babe Paley, una de las cisnes de Capote. De ellas sacó el desarraigo, la reinvención después de su llegada a la ciudad, el desapego emocional, la elegancia, las aspiraciones esenciales en su construcción. Pero una vez firmado el acuerdo de adaptación y ciertos deseos sobre cómo debería hacerse, la voz cantante de Quinta avenida, 5:00 a.m. la lleva Audrey Hepburn.
Hepburn no sólo fue instrumental en el éxito de la película. A través de ella llegó Hubert de Givenchy, diseñador (entre otros) del icónico vestido que lleva durante los primeros minutos y responsable de gran parte de su imagen personal desde que se conocieron durante la preproducción de Sabrina. Golinghtly le abrió a interpretar papeles diferentes a los que había representado durante la década anterior, llevándola a registros que no había sido capaz de alcanzar por ella misma. Pero sobre todo supuso un acontecimiento generacional: invitó a muchas mujeres a cambiar su imagen personal y normalizó un modo de vida que hasta entonces se había proyectado como repudiable.
Wasson hace crecer estos temas desde vivencias y anécdotas concretas, de entre una y una docena de páginas, protagonizadas por Capote, Hepburn y el resto de profesionales que intervinieron en la película: los productores Martin Jurow y Richard Shepard para los cuales Desayuno fue su primer gran proyecto; George Axelrod, el guionista que terminó encargándose de la adaptación y para el cual la película supuso un cambio de dirección respecto a lo que había escrito hasta ese momento; un Blake Edwards que consiguió dirigir una película que supondría un salto decisivo en su carrera; el insoportable divismo de George Peppard y la obsesión por el control de su mujer de Mel Ferrer; o un Henry Mancini que firmó una banda sonora para el recuerdo (y cuyo “Moonriver” estuvo en un tris de quedarse fuera de la película final).
Cada pequeño capítulo-episodio ayuda a desplegar la metamorfosis de la novela en la película; cómo desde las inevitables traiciones en cualquier adaptación, sus excesos (la secuencia de la fiesta) y afrentas (convertir a Mickey Rooney en japonés) y los inevitables roces en un proyecto colaborativo, emergió una obra capaz de sobrellevar la prueba del tiempo.
Quinta avenida, 5:00 a.m. Audrey Hepburn, Desayuno con diamantes y la creación de un mito cinematográfico, de Sam Wasson (Es Pop Ediciones, Es Pop Ensayo nº31, 2023)
Fifth Avenue, 5 A.M. Audrey Hepburn, Breakfast at Tiffany’s, and the Dawn of the Modern Woman (2010)
Traducción: Lorenzo F. Díaz
Tapa blanda. 264pp. 19,95 €
Ficha en la web de la editorial