Descubrí el podcast Cinco duros a raíz del anuncio de la publicación de este libro y me escuché todos los episodios disponibles en apenas diez días. Su artífice, Diego Vargas Pardo, entrevista a mayoría los creadores/distribuidores de videojuegos españoles más significativos desde principios de los años 80 y estructura sus testimonios alrededor de pequeñas unidades temáticas que buscan dar sentido a su escucha más allá del homenaje, la nostalgia y el recuerdo deslavazado. En la secuencia que está trabajando hay una labor periodística de hondura que asienta una memoria sistemática de la cual hasta ahora sólo podíamos acceder a partes. Frente a otros esfuerzos de documentar esta industria, limitadas en lo temporal o centradas en una empresa, Vargas Pardo logra una visión de conjunto que toca facetas generalmente olvidadas como la piratería, proyectos fallidos… Así, comienzan a aparecer ciertas cuestiones recurrentes que delimitan sus fortalezas y debilidades.
En su colección dedicada a los videojuegos, Dolmen le ha hecho un hueco a Vargas Pardo y ha publicado un primer volumen de lo que parece será una serie articulada alrededor del podcast. Sentía curiosidad por ver cómo quedaba la iniciativa puesta en papel y, sobre todo, si el cambio de medio sería una mera explotación del trabajo realizado o si podría aprovechar para explorar nuevas facetas. Y el tema, más allá de la parte crematística para que quede bonito en la estantería, funciona. Vargas Pardo ha sabido quedarse con lo más relevante de las ocho horas que venían a contar los siete años que abarca el libro, además de aportar información que se quedó en el tintero en las grabaciones. Por ejemplo, en el libro figuran detalles sobre la creación de dos videojuegos que no llegaron a publicarse (Cristalis y Zero Kelvin) que permiten no sólo ver lo que podía haber habido detrás. Esas páginas abren la puerta a algo que apenas se toca en estas labores de recuerdo más que como curiosidad: el fracaso en la fase de producción. Además permite ver diseños y pantallas, lo que da un valor añadido a un libro que no sólo se apoya en lo archisabido. También es bastante conocida la historia de la piratería, el daño producido a los creadores, la defensa de la incipiente industria primero con mecanismo de los más extravagantes y después con la bajada de precios… Pero en Cinco duros se pone el micro a un pirata para que contara un poco cómo funcionaba el tema desde su lado de la valla. Logra una visión más global de la producción de videojuegos que otras obras, más prolijas en detalles (Ocho quilates).