El lunes saltó a la luz un notición que pasó por las redes sociales como una perseida: la compra de la tienda Cyberdark.net por parte de la editorial Alamut/Bibliópolis. Surgió, brilló y se volatilizó en dos coma tres segundos. Como no todo pueden ser reseñas, reseñas y algo de carnaza, llega el turno de la cháchara barata por parte de los que vemos las obras desde el vallado.
De las partes “implicadas”, la potencialmente más beneficiada parecen la propia editorial y sus lectores. Maldita desde el origen de los tiempos por una distribución entre mala y pésima, el complejo Alamut/Biblíopolis cuenta ahora con el plus que supone un nuevo canal que maximiza los ingresos de las ventas realizadas a través de la librería; hablando en plata, las decenas/cientos de libros de la casa vendidos en Cyberdark.net pasan a dejar un 95% del PVP en sus arcas. Un salto cuantitativo si se considera que para muchos compradores de Alamut/Bibliópolis la tienda se había convertido en su lugar de referencia dados los problemas para encontrar la mayoría de sus títulos en librerías “físicas” de tamaño pequeño o mediano. En cierta forma, esta adquisición acerca un poco a los sellos de Prado a la estabilidad que tienen Gigamesh y La Factoría de Ideas; las dos editoriales más longevas del actual panorama de literatura de género (Valdemar aparte) no asociadas a una gran marca editorial y que cuentan con sus propias librerías. Además la tienda es una plataforma de valor incalculable para ahondar en la línea iniciada con las suscripciones o manejar mejor, y diversificar, las ofertas-pseudosaldos que van saliendo con cuentagotas de sus almacenes.
Para la librería en sí (como si fuera un ente aparte, ¡jarl!), no debería suponer un gran cambio. Es difícil imaginar un escenario diferente al que le ha aupado hasta su posición de referencia en lo que a ciencia ficción, fantasía y terror en la red se refiere. Su apuesta por la calidad en el servicio, la rapidez en la entrega, la atención al cliente son el 70% de su proceso de fidelización y de su éxito. Sí que me surgen dudas sobre qué ocurrirá con el otro 30%: el fondo de catálogo.
Hace seis o siete años Cyberdark.net apostó por tener todos los títulos de género que había en el mercado, además de abrir las puertas a otros géneros, posibles éxitos de literatura general, bestsellers… Un valor añadido en una época de crecimiento, fundamental para atraer nuevos clientes o para completar pedidos cuando era necesario “un libro más” y, así, evitar pagar los gastos de envío. Sin embargo, en los últimos tres años hemos visto cómo este fondo se ha contraído hasta quedar reducido a las anteriores novedades más un puñado de títulos señalados. El resto bien han desaparecido, bien figuraban junto a un cartelito de disponible en x días. No hay nada que censurar; debió haber un momento en que el valor de los ejemplares del almacén fue morrocotudo, y en plena contracción de mercado no se puede tener tanto dinero inmovilizado por el mero hecho de dar un posible servicio a unos clientes que no estaban interesados en dichos títulos.
La librería se ha convertido en una tienda de novedades y no hay mucho más que decir. Sin embargo, si se continúa reduciendo el catálogo o el número de ejemplares de ciertos títulos y se produce un “limitado” desabastecimiento mientras alguien está llenando el carrito, puede que el comprador termine yéndose a otro punto de venta que tarda un poco más en servir pero que no tiene esa limitación: el coco. Aunque ahora que el pedido mínimo para ahorrarse los gastos de envío está por debajo de los 40 euros, al cambio dos libros de na, no parece tanto problema.
Mirando a la otra parte, David Fernández todavía no ha llegado a dominar el mundo. Tampoco ha sido comprado por una planetaria à la DVD Go. Sin embargo ha llevado su retoño a su máxima expresión y lo ha “colocado”, es de suponer, en las condiciones que merecía. Recordemos que hace ocho años los agoreros fandomíticos decían que el fin del portal Cyberdark.net cercenaba cualquier futuro para su librería. Su visión de lo que debe ser la venta en internet, sus conocimientos técnicos y de usabilidad, su capacidad de trabajo, su habilidad como comercial, su sacrificio por el cliente… han llevado a su empresa hasta meta. Ahora, culo inquieto donde los haya, volverá a poner su arte al servicio de otros (como hará con la parte técnica de Cyberdark.net), mientras macera algún proyecto propio que, estoy convencido, lo llevará de nuevo a la palestra dentro de unos años.
Así, estamos ante un gran movimiento empresarial, una iniciativa beneficiosa para las partes, continuidad asegurada para los clientes… ¡Alegría para todos! Y sin embargo… Sin embargo para unos cuantos, desde un punto de vista sentimental, esta alegría llega con unas migas de melancolía. La asociada al fin de una época.
Hace 13 años y unos meses un joven aficionado lanzó a la red un mensaje anunciado la creación de un portal con una pequeña base de datos, el germen de la biblioteca, con un puñado de fichas de los libros que tenía en casa. Una web supersencilla donde las obras se podían puntuar (con aquellos aliens estilizados tan divertidos) o se podían dejar comentarios. Aquella web evolucionó hasta convertirse hace una década en el portal 2.0 sobre ciencia ficción, fantasía y terror más importante que ha existido en español. Tras su cierre, sus rescoldos avivaron toda una serie de nuevos proyectos, foros, blogs, la mejor base de datos sobre literatura que hay ahora mismo en nuestro idioma, y una librería que se ha caracterizado por atender al cliente como pocas veces se ha hecho.
Casi na.
Directa o indirectamente, todo eso tiene su origen en una persona, David Fernández, el webmaster en otro momento conocido como Cyberdark, el cyber, que ahora se desliga por completo de todo lo que venía asociado a esa etiqueta. Su marca se mantiene, pero para unos pocos que estuvimos en el origen, por fin, no significa lo mismo. Let go. Move on. But…
Et in Arcadia ego
Editado (24/9/2013): Algunas de las reacciones que ha suscitado el artículo en twitter. Por que quede alguna constancia de ellas
@nachoillarregui con diferencia lo más inteligente q he escuchado sobre el asunto. Gracias Nacho, sin ti Cyberdark no hubiese sido lo mismo
— David Fernández (@davidcyberdark) September 20, 2013
@tradelosreyes @nachoillarregui @cyberdark que tiempos !! A más de un fandomita se le van a saltar las lágrimas
— A.F. Olmedo (@A_pHOBOS) September 20, 2013
@nachoillarregui Gran artículo. A mí lo que más me preocupa es que juntar manufactura + distribución, en cualquier campo, va en detrimento
— Iván Alonso (@neverbot) September 20, 2013
Quizás sea un comentario algo cínico pero creo que el Cyber ha escogido un buen momento para salirse del mundo librería.
Como antiguo ciudadano de cyberdark espero que le vaya de pm en cualquier cosa que emprenda.
Mira que eres agorero (le dijo la sartén al cazo). No sé, siempre que mantengan el modo de funcionamiento, todas las novedades de género y el volumen de clientes fidelizados, la cosa tiene futuro. Hay mucho yonqui del papel por ahí suelto, gente deseando hacer regalos, rebotados del libro eletrónico… Sí que veo complicado crecer y que la tienda vuelva a los volúmenes que una vez tuvo… salvo cuando salga el próximo de Martin. Eso promete ser antológico.
Como curiosidad, en los últimos tiempos han abierto en Santander un puñado de librerías de pequeño tamaño. Una de viejo, una temática sociopolítica, otra a lo bibliocafé… Algo insólito en la historia de esta ciudad que parecía iba camino del apocalipsis cultural. Eso sí, me gustaría verlas ahí dentro de un año. Y soy de un pesimista…
Es que me creo todos los artículos apocalípticos que al respecto se publican en El País. De todos modos reconozco que no tengo ni puñetera idea de como está evolucionando el mercado, pero creo que las tres patas; descargas ilegales (me encanta este término), el libro electrónico en general y Amazon en particular y la sempiterna crisis pues no auguran nada bueno. Por ejemplo, en el tema tebeos, ya se habla abiertamente de una debacle apocalíptica en ciernes (había un texto de Antonio Martín por ahí hablando del tema). Pero bueno, que espero que a Bibliópolis le vaya bien, que soy un don Pésimo pero no disfruto siéndolo, jejejeje.
Es posible que una librería como dices, muy especializada o que se centre mucho en que el lector socialice y, por tanto, acuda mucho al local (a tomar café, charlar, intercambiar libros aunque parezca contraproducente), de para comer y con mucha suerte, pero no acabo de verlo. Bueno, cualquiera sabe, están surgiendo cines a lo crowfunding en ciudades pequeñas para ver películas en VO y están funcionando bien, así que… Pero claro, son productos que no se pueden comparar.
Lo del cómic es una consecuencia de irse jugando todo al formato caro->más caro->coleccionista->tropecientoseurosentapaduraytuponeslacama que ha llevado a la gente a, directamente, no comprar. Yo que hace 13 años me gastaba mis 100 o 150 euros mes en tebeos ahora mismo no me gasto ni 50… en dos o tres títulos. Hace cuatro o cinco años las deserciones se compensaban con aumento de precios. Ahora no hay aumento de precio que pueda compensar la deserción. Un Harakiri simulado y en diferido.
Lo de esos nuevos tipos de librerías era solo un comentario apuntando setas que van saliendo. Estuve hace unos días en Madrid en Tipos Infames, que apunta a ese rollo, y me moló mucho. Muestran sobre todo títulos que no te muestran en las grandes cadenas, tienes tus silloncitos, te tomas tu vinito o tu café, local agradable… Pero, como comentas, ¿es suficiente? ¿La peña está dispuesta a dejarse el dinero en este sitio de ambientes más friendlys? A mi la suma de impuestos-permisos-alquileres me daría pavor.
Hay otro temilla en el aire: los e-books. Cyberdark cerró la minitienda de e-books, y me temo que ahora sí que no va a haber interés en reabrirla. Bueno, pensándolo bien, quizás no está en el aire.
Una tienda así no tiene sentido mientras se mantenga el DRM. David Fernández ha comentado más de una vez que lo peor era tener que solucionar cuestiones sobre el sistema de protección. Comía mucho tiempo y energías, y lo suyo era vender libros.
Tienes toda la razón, el DRM ha sido un retroceso inmenso, al menos el de Adobe, claro.