Tras el éxito en España de Las cosas que perdimos en el fuego es entendible el deseo de Anagrama por capitalizarlo de alguna manera; poner al alcance de sus lectores otro libro de Mariana Enriquez mientras su recuerdo se mantiene encendido. Pero como los procesos creativos no atienden a estas necesidades, la editorial ha vuelto sus ojos hacia Los peligros de fumar en la cama; una colección de relatos publicada en Argentina en 2009. En el caso de que se haya leído Las cosas que perdimos en el fuego, esta detalle me parece de la máxima relevancia: puede marcar su lectura de forma decisiva. Aunque Los peligros de fumar en la cama abre de nuevo las puertas a una realidad igual de insidiosa, puede hacerse decepcionante si no se recalibra cualquier expectativa generada.
Así sus tres primeros cuentos, “El desentierro de angelita”, “La virgen de la tosquera” y “El carrito”, me han despertado sensaciones encontradas. Contienen detalles atractivos (el tono macabro del primero; la manera de reflejar el capricho adolescente del segundo y la comunidad maldita del tercero) pero andan cortos de intensidad dramática, sus atmósferas son un tanto insustanciales y sus conclusiones no aciertan a reconducir la impresión. Mejor funciona “El aljibe”, la cuarta historia. Resulta inquietante cómo las mujeres adultas de una familia proyectan sobre su joven protagonista todo un arsenal de limitaciones, frustraciones y miedos. Sin embargo se hace realmente turbador cuando toda esa mierda deviene en parte imprescindible de su esencia. El potencial ilimitado inherente a la infancia queda coartado y destruido hasta el punto de impedirle una vida normal. Igualmente Enriquez hace uso muy hábil de la figura del narrador. Se retrotrae hacia un momento concreto del pasado e introduce la atmósfera a través de una descripción donde las memorias de la infancia se exponen de modo impresionista para desarrollar las consecuencias de manera más prolija cuando el personaje central cobra conciencia, junto al lector, de lo ocurrido.
Afortunadamente no es la única pieza donde se encarnan la angustia existencial y el gusto por lo siniestro. Ambos son fundamentales en “Donde estás corazón”, el relato del nacimiento y desarrollo de la macabra parafilia de su narradora; “Ni cumpleaños ni bautismos”, la confusión de una mujer que observa las grabaciones de diverso contenido sexual que encargan a un amigo; o de “Carne”, donde se da curso a la pasión adolescente por los ídolos musicales a través del culto generado alrededor de una estrella que impulsa ese delirio a un nuevo nivel. Enriquez es sibilina a la hora de retorcer o potenciar elementos cotidianos y señalar los monstruos que nos rodean. El hastío, el aburrimiento y la búsqueda de nuevas experiencias se convierten en sus manos en terreno abonado para una sexualidad soterrada; las convenciones se quiebran y colapsan mientras unos deseos no tan novedosos emergen y cobran forma.
Frente a estos ejemplos tan enfocados en sucesos concretos, donde muchas veces el escenario, aquella Argentina casi omnipresente en Las cosas que perdimos en el fuego, es lo de menos, los cuentos que más se acercan a esta vertiente apenas incomodan. “Chicos que faltan”, o “Rambla triste”, que ocurre en una Barcelona donde se respira la relación de amor/odio del expratiado, se muestran tan romos como los tres primeros relatos. Una falta de pegada que aqueja “Los peligros de fumar en la cama”, el fantástico más clásico de toda la selección.
Como se puede ver, quizás mi lectura de Los peligros de fumar en la cama esté demasiado próxima a Las cosas que perdimos en el fuego. Una obra más reciente donde observo una madurez y un acabado formal que aquí se atisba pero termina de consumarse. Sin embargo contiene tres o cuatro cuentos donde Enriquez se acerca a sentimientos y deseos más primarios, una cara potente y muy atractiva. No tengo claro si es suficiente para recomendar la lectura de Los peligros de fumar en la cama, pero los que deseen profundizar en la figura de su escritora o acercarse a un enfoque próximo al de otra autora reciente como Marina Perezagua (Criaturas abisales), seguramente encuentren suficientes elementos como para justificar la inversión.
Los peligros de fumar en la cama (Anagrama, Colección Narrativas hispánicas nº580, 2017)
Publicado originalmente en 2009
Rústica. 200 pp. 16.90 €
Ficha en La web de la editorial