El sábado se celebra un evento marcado a fuego en el calendario por editoriales, autores y libreros: el día de la lectura. Una jornada en la cual los libros toman la calle para darse un pequeño y merecido baño de masas. Las novedades que apuntan hacia este momento son legión, preparadas para aprovechar el viento fresco de miles de compradores empujados por la efémeride, los medios de comunicación y el tradicional 10% de descuento.
Dispuestos a participar de la fiesta, hemos preguntado a un grupo de lectores sus recomendaciones entre libros de ciencia ficción, fantasía o terror. Para centrar esa tarea delimitamos la selección a una novedad, un clásico y un título “libre”, con flexibilidad en la interpretación de cada etiqueta. El resultado son 24 libros de muy diversa procedencia entre los cuales resulta fácil encontrar títulos tentadores para cualquier lector. Si alguien se siente atraído por nuestra propuesta y le apetece participar con sus sugerencias, los comentarios están abiertos. ¡Únete y añade tus recomendaciones!
Basta que me pidan que recomiende una novela de género fantástico para que al instante comience a hablar como una maníaca de Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke (Salamandra, 15€). Es un libro que regalé compulsivamente hasta que lo descatalogaron, pero gracias a la adaptación de la BBC Salamandra acaba de sacar una nueva edición de bolsillo, así que no perdáis el tiempo y corred a por él. La historia nos sitúa a principios del siglo XIX, durante las guerras napoleónicas, en una Inglaterra donde la magia existió en el pasado, hasta el punto de que no había fronteras entre el reino de los humanos y el de los duendes. El mago más poderoso de todos los tiempos fue el rey Cuervo, pero tras su desaparición la práctica de la magia ha sido olvidada por completo en Inglaterra. Todo cambia cuando el señor Norrell, un caballero misterioso y apocado, realiza un conjuro que hace hablar a las estatuas de la catedral de York. Animado por su éxito, se trasladará a Londres para devolver a la magia inglesa su antiguo esplendor y en su camino se cruzará, cómo no, otro mago: el joven Jonathan Strange. De este libro me gusta todo: el estilo elegante y mordaz de Susanna Clarke; la historia que te atrapa sin remedio, pero sobre todo, las referencias a pie de página. Porque todas las obras, magos y episodios históricos de ficción que se mencionan a lo largo del libro tienen su correspondiente nota al pie, a veces casi tan adictiva como la trama principal. Historia y notas están tan bien imbricadas que llega un momento en que el lector llega a creer posible que la magia existiera alguna vez en Inglaterra, señal de que ha caído bajo el hechizo de Clarke. Una auténtica obra de orfebrería.
Y si hablamos de terror, hay un libro de Ismael Martínez Biurrun que me entusiasma y que en su momento me hizo dormir con un ojo abierto: Mujer abrazada a un cuervo (Salto de página, 21€), un thriller sobrenatural que arranca cuando una prometedora estudiante de Medicina, Cruz, recibe de su padre el encargo de investigar un extraño caso en un pueblo del Pirineo: la muerte de un bebé que presenta síntomas de peste bubónica, cuatrocientos años después de que esa enfermedad fuese erradicada del valle. Ayudada por un extraño don que posee desde niña, Cruz se adentra en la historia del pueblo, marcado durante siglos por la maldición que arrastra una de sus familias. Aunque soy fan de todas las novelas de Biurrun, ésta sigue siendo de lejos mi favorita y todavía siento escalofríos al recordar algunas escenas.
Ya para terminar os recomiendo una novedad que me ha quitado el sueño últimamente, y no sólo por sus historias desasosegantes, sino por las veces que he vuelto a releerla: Cruzando el bosque, de Emily Carroll (Sapristi, 21,90€). Nos adentramos ya en el terreno de la novela gráfica o el cómic de autor, no sabría dónde catalogar a esta autora, y creo que por eso me gusta tanto. En este libro ilustrado encontraréis cinco relatos espeluznantes, con un nexo en común: el bosque, ese lugar misterioso donde no conviene adentrarse y de donde salen todas las cosas extrañas. Espectros que cantan al anochecer, niñas abandonadas, presencias sobrenaturales, cuevas y pozos donde acecha el horror… todo ello acompañado de las perturbadoras ilustraciones de Carroll, que convierte al bosque en una criatura más. Ah, y el lobo… después de leer este libro, el lobo volverá a daros tanto miedo como cuando erais pequeños. Advertidos estáis.
Eva Díaz Riobello (twitter)
La guerra de las salamandras (Gigamesh, 8€) es la ciencia ficción como la ciencia ficción podría haber sido. Formalmente es una distopía ejemplar, un análisis presciente de la situación política de la época y una crítica intemporal de todos los estratos de la sociedad; pero ningún lector será eso lo primero que destaque, porque si por algo se caracteriza este libro increíblemente divertido es por reconciliar a cualquiera con el placer de la lectura. Es un espectáculo ver cómo Karel Čapek parte de una anécdota intrascendente y construye con ella una casa de espejos sobre los que proyecta la realidad, con resultados tan horrorizantes como —¿lo he dicho ya?— divertidos.
Por desgracia, la ciencia ficción moderna no ha conservado esta ambición temática y estilística y parece cada vez más cómoda en la compartimentación de sus subgéneros, mientras que la fantasía del siglo XXI está explorando sus raíces y reinventando nuevas vías por las que evolucionar. En Entre extraños (RBA, 18€), Jo Walton contrapone la magia tradicional con la ficción moderna que la protagonista lee con voracidad, para ambientar una revisión actualizada de los temas de los cuentos de los Hermanos Grimm en forma de novela juvenil.
Mi tercera recomendación es más oscura y quizá sea más reivindicativa que otra cosa. Los libros fantásticos no se caracterizan por su aceptación por parte de la crítica generalista, y sólo puedo calificar como vergonzoso que una de las pocas joyas universalmente alabadas sea imposible de encontrar en castellano. A veces creo que es un mito, que Minotauro en realidad nunca llegó a publicarlo, que soy yo y no Mervyn Peake quien imaginó los personajes que pueblan Gormenghast (¡ya me gustaría!). Si hay algún editor leyendo este artículo, por favor, publicad Titus Groan (Minotauro, descatalogado).
Foe Hammer (twitter)
Challenger (Aristas Martínez, 25€) ha tenido una distribución muy limitada y apenas se ha visto más allá de un puñado de librerías. Es una pena porque su estructura y su contenido la hacen merecedora de una mayor atención. En sus páginas Guillem López captura el espíritu de un tiempo y un lugar (Miami el día del accidente del Challenger) a través de un grupo de personajes y tiñe su experiencia con el arsenal de colores de multitud de géneros. Es un muy particular Vidas cruzadas donde un microcosmos formado por gente con todo tipo de fortuna se cruza con atracadores, puertas a un universo paralelo, científicos locos, charlatanes, alienígenas, videntes, mafiosos, organizaciones secretas, psicópatas, espías o criaturas preternaturales y participa del sinsentido, el azar, el vértigo de la existencia. Quizás en el aspecto formal el texto no termina de estar a la altura de la propuesta, pero tampoco importa mucho. El resultado es notable.
En el terreno clásico, entre la miríada de opciones disponibles me decanto por la nueva edición de Stalker: Picnic extraterrestre (Gigamesh, 16€). La primera traducción directa del ruso de este clásico de la ciencia ficción escrito por los hermanos Strugatski y adaptada al cine por Tarkovski en 1979. Junto a Solaris de Lem, la gran obra sobre la imposibilidad del ser humano de abarcar otro tipo de inteligencias.
Y para cerrar mi terna, esta semana regresa a las librerías un título que hará las delicias de todos los aficionados a las clásicas historias de taberna: Trafalgar (Sportula, 11 €), de Angélica Gorodischer. Un conjunto de relatos sin más conexión que la persona que los cuenta y los protagoniza: Trafalgar Medrano; un carismático sinvergüenza que narra sus alocadas desventuras por un universo arrebatadamente imposible. Contado con un estilo muy oral, Gorodischer prescinde de cualquier alambicamiento formal, lo que lo convierte en su título más fresco y accesible.
Ignacio Illarregui Gárate (twitter; web)
A comienzos de 2017 podremos leer en español A Man Lies Dreaming (Un hombre sueña despierto) del autor británico-israelí Lavie Tidhar, de la mano de la editorial Kailas. Se trata de una historia al más puro estilo noir que sucede en una Europa alternativa, contada magistralmente a través de dos tramas que se relacionan pero nunca acaban de cruzarse. Solo un autor como Tidhar podía hacer de Hitler (Mr. Wolf en el libro) protagonista de una novela sin caer en la caricatura barata y simple. Esta historia que habla de sobrevivir a la muerte consigue desmitificar de manera inteligente y entretenida uno de los personajes más odiados de la historia. Imprescindible.
Hyperion de Dan Simmons fue publicado hace unos meses en español por Nova (23 €), la colección especializada de Ediciones B. En su momento ganó los premios Hugo y Nebula mediante una trama recorrida por las historias de siete peregrinos en busca de las Tumbas del Tiempo y del Alcaudón, una suerte de dios venerado por la Iglesia de la Expiración Final. Cada uno tiene un motivo para encontrar al ser todopoderoso y, a través de sus historias personales, se perfila uno de los universos más ricos e interesantes de la ciencia ficción de las últimas décadas. Hay pinceladas de varios géneros (novelas de viajes, romántico, militarista, etc) que maravillarán a los amantes de la buena literatura. Un clásico intemporal.
Terra Nova 3, editada por Mariano Villareal, es una de las apuestas más interesantes que ha publicado Fantascy (17,90 €) en mucho tiempo. La audacia de Mariano Villareal de habilitar un vehículo para reunir narrativa breve internacional y nacional en un momento en el que pocos apostaban por las antologías, es encomiable pero, además, demuestra una visión muy acertada del mercado. Con relatos de China Miéville, Paolo Bacigalupi, Ken Liu, Jorge Baradit, Ricardo Montesinos, Sofía Rhei, Eduardo Vaquerizo, Liu Cixin, Miguel Santander, Paul McAuley y Emilio Bueso, hay historias para todos los gustos. Se trata de un libro cuya lectura se puede intercalar con otras, muy bien editado y con una calidad altísima en sus contenidos. Lectura obligada.
Cristina Jurado (twitter; blog; SuperSonic)
Embassytown, de China Miéville (Fantascy, 18,90€)
Miéville crea un planeta y una raza alienígena fascinantes, y los utiliza para escribir una novela sobre cómo el lenguaje condiciona y moldea nuestra civilización y nuestras vidas. Embassytown es una ciudad situada en un remoto planeta, en la que conviven los habitantes nativos, los Ariekei, poseedores de una voz doble, e incapaces de mentir o de hablar de hechos que no han tenido lugar; y los embajadores, parejas de clones humanos creadas especialmente para que puedan comunicarse con ellos. Y las cosas funcionan hasta que la llegada de un nuevo embajador desestabiliza el equilibrio. Posiblemente, la novela de ciencia ficción con la que más he disfrutado en estos últimos años.
Merlín y familia, de Álvaro Cunqueiro (Destino, descatalogado)
Resulta que el mago Merlín pasó parte de sus últimos años en Galicia, donde más adelante se le uniría la reina Ginebra, y donde disfrutó de la vida rodeado de los lugareños y recibiendo de vez en cuando a visitantes ilustres y en ocasiones un tanto peculiares. Al menos esta es la versión que el gran Cunqueiro nos da de la vejez de Merlín en esta deliciosa novela que rebosa humor y magia, y que está escrita con esa prosa deslumbrante a la que este autor nos tiene acostumbrados. Una obra para leer una y otra vez.
De noche bajo el puente de piedra, de Leo Perutz (El Aleph, descatalogado)
La Praga de finales del siglo XVI es el marco donde se desarrolla la historia de amor entre el emperador Rodolfo II y la bella judía Esther, una de las varias de este fix-up de relatos en los que lo real y lo fantástico se dan la mano y nos trasladan a la deslumbrante corte del emperador y a los sombríos callejones del gueto judío. Una obra que nunca me cansaré de recomendar, mi favorita de este escritor de origen judío nacido en Praga en 1882, y que por desgracia hoy está un tanto olvidado.
Marcheto (twitter; Cuentos para Algernon)
Estoy desnudo. Yasutaka Tsutsui (Atalanta, 18€)
Tsutsui es un maestro del exceso y lo demuestra con cada página. En España tenemos traducidas dos antologías y una novela que han pasado sin demasiada repercusión por las mesas de novedades. Sin embargo, la voz del prolífico autor merece ser atendida. La variedad de historias saltan desde la más extrema crueldad a la crítica televisiva, el erotismo o el absurdo. Tsutsui escribe relatos que son pequeñas trampas, quedas atrapado dentro sin saber qué pensar ni cómo escapar, solo deseas salir indemne de ellos.
Matadero 5. Kurt Vonnegut. (Anagrama, 7,90 €)
De poco sirve seguir halagando a Kurt Vonnegut hoy día. Conocido, respetado y leído, Vonnegut es un autor al que debemos volver de cuando en cuando. Para mí, Matadero 5 es una obra maestra que funciona a varios niveles: la historia bélica, el tiempo alterado, los extraterrestres… pero por encima de todo como catarsis por lo ocurrido en Dresde. Sin abordarlo de un modo extenso y apenas directo, Matadero 5 transmite el gran dolor por el bombardeo y la culpa del superviviente. Vonnegut escribió una gran novela que no suele entrar en las listas de libros favoritos de género o de su época, quizá porque está por encima de todo eso.
Blade Runner: una película. William S. Burroughs. (Escalera, 10 €)
Norman Mailer achacaba a Burroughs que no se hubiese convertido en un gran literato a pesar de tener la capacidad para ello, según sus palabras: “Es el único novelista americano vivo que es probable que esté poseído por el genio”. En esta novela podemos encontrar un buen ejemplo, es un libro con increíbles posibilidades que al final se queda en la sucesión de escenas espectaculares pero con una historia vaporosa. Como anécdota, de esta novela corta se cogió el nombre para la película de Ridley Scott, igual que parte de la imaginería arquitectónica. No es un gran libro, pero resulta muy interesante.
El clásico. La protagonista de Mandrágora (el título original es Alraune) de Hanns Heinz Ewers (Valdemar Gótica, 26,50 €) es casi un símbolo de la literatura de terror, sólo un escalón por debajo, en cuanto a fama, de Drácula, Frankenstein o el Golem. Este demonio con forma de mujer, que nació de la inseminación artificial de una planta con semen de ahorcado, puede tratar de tú a esas otras figuras sin despeinarse, aunque entre nosotros no haya tenido la importancia que desde su publicación gozó en Alemania. Alraune es una de esas damas de ficción que parecen nacidas para liberar las pulsiones más violentas, degradar la fachada social y destrozar un patriarcado masculino que la desea y la teme con el mismo fervor. Lulú, de La caja de Pandora de Wedekind (la misma de la ópera de Berg), es el máximo exponente de este prototipo que va más allá de la femme fatale. Ambas son vírgenes a las que se intenta domesticar, niñas con aspecto inocente, que una vez adultas se convierten en destructoras. En el caso de Ewers, se añade una imaginación tóxica y retorcida, enfermiza en lo sexual, con un pie en lo psicopatológico y el otro en el ámbito de lo fantástico.
El raro. La novela Los jardines estatuarios de Jacques Abeille (Sexto Piso, 23€) lo tiene todo para quedarse con el calificativo de rara. Los inmensos y laberínticos jardines en los que se cultivan estatuas, y en los que sus habitantes-jardinero se dedican en cuerpo y alma a criar, cuidar, disertar y escribir sobre esas esculturas-planta, parecen un lugar tan enrevesado como el famoso castillo del agrimensor. Densa, meditativa, alegórica, exigente. Y también fascinante.
El actual. Plop de Rafael Pinedo (Salto de Página, 16,95€) es el título más o menos de hoy de esta pequeña selección. El lenguaje de la novela está desprovisto de todo aquello que no sea básico. El primitivismo logra que el escenario de destrucción, cruda historia y literatura formen algo indisoluble. Hay un precio. Plop, Frío y Subte forman una trilogía que empieza y termina con ellas. No se puede ir más lejos y tampoco parece que se pueda crear escuela a partir de ahí. Pero como roca de granito, Pinedo es difícil de superar.
Daniel Pérez Navarro (twitter)
Una de las tendencias en alza en el ámbito anglosajón es el autodenominado Bizarro, que se mueve en un incierto limbo a medio camino entre el surrealismo, el terror y el costumbrismo. Como buen movimiento, celebra sus convenciones, tiene sus editoriales y entrega sus premios. Parte de este caldo de cultivo nos está llegando ahora gracias a editoriales como Aristas Martínez (con Pérfidas, de Tamara Romero) y Orciny Press. Esta última tiene una colección especializada en bizarro, que inició su andadura con uno de los libros más rompedores de 2015, Fantasma, de Laura Lee Bahr. Ahora nos llega otra de las novelas emblemáticas del bizarro: La casa de arenas movedizas, de Carlton Mellick III (Orciny Press, 15,95€).
Si Bahr jugaba a escribir una novela de misterio y fantasmas enamoradas recurriendo al extrañamiento y la estructura de las novelas en plan Vive tu propia aventura, Mellick va más lejos y juega a convertir la obra en una muñeca rusa dentro de otra muñeca dentro de otra muñeca rusa… La narración comienza en el ámbito de lo muy concreto (una extraña guardería en la que un niño de diez años y una niña de quince están esperando a que sus padres se los lleven para enfrentarse al mundo adulto) y termina en un despliegue pirotécnico y casi podríamos decir que cosmogónico que va mucho más allá de lo que cabría esperar. Entre medias, tenemos una novela iniciática, que se puede leer tanto en clave de cuento infantil (¡ay, si Mellick hubiera escrito el guión de El bosque!) como de película a lo David Lynch, con muchos giros de timón, casi todos ellos acertados, una capacidad de sugerencia impresionante (el final del capítulo 13 es lo que le saldría a Christopher Nolan si Giambattista Piranesi fuera su director artístico), unos personajes entrañables (los hermanos Polly, Pulga y Babas, o la disfuncional Darcy) y un estilo directo y comedido que contrasta con el derroche de imaginación. En suma, la novela rarita que mola en este comienzo de temporada literaria.
La colección Letras Populares, dirigida por Javier Fernández y Ana Belén Ramos, está realizando una labor encomiable para ofrecer ediciones críticas de clásicos de la literatura de géneros. Consigue, en resumen, acercar al mundo académico unas obras hasta hace poco consideradas menores.
Con ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Cátedra, 15,70€), tal vez tengamos la edición crítica más exhaustiva y rigurosa que se ha publicado de Philip K. Dick en español. El estudio de Julián Díez, cien extensas páginas, rehúye los enfoques tradicionales con que se analizaba esta novela (las inevitables comparaciones con la película y tratar de explicarlo todo en función de la biografía de Dick) y se centra en sus ejes temáticos y en una lectura muy provechosa de la literatura académica existente sobre el autor. Además, retraduce la novela con indudable acierto a pesar de ciertas decisiones que podrían generar polémica (aunque, tal como la razona, escribir “morralla” tiene más sentido que dejar kipple sin traducir, y este es solo un ejemplo), de modo que parece una novela completamente diferente de la que habíamos leído en la vieja traducción de Edhasa. Mucho más directa, más realista tal vez, apartada de la tradicional misoginia de Dick, nos ofrece un retrato tétrico de un San Francisco de posguerra en el que la trama de Wilbur Mercer y sus cajas de empatía gana enteros (y se revela como un antecedente en toda regla de la etapa mística del autor), los momentos genuinamente dickianos se nos muestran con más claridad que en la antigua traducción (el capítulo de la falsa comisaría supera de largo a la famosa escena de la tortura de la araña) y nos lleva a plantearnos si de verdad habíamos leído ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? o un sucedáneo. En resumen, vemos el alma de Dick, en una novela que gira, precisamente, en torno a esa cuestión fundamental: ¿qué es el alma?
Uno de mis relatos favoritos de Steampunk: Antología retrofuturista, la más que meritoria selección que Félix J. Palma hizo para Fábulas de Albión, se titulaba “Flux” y estaba firmado por Fernando Royuela. Era una historia magnífica con toda la parafernalia steampunk y una particularidad muy castiza: estaba ambientada en las guerras carlistas, aunque en Andalucía, que fue un escenario un tanto marginal de la contienda. Uno de sus focos fue el Maestrazgo (un imán para la literatura fantástica española: en sus inmediaciones se ambienta también Cenital, de Emilio Bueso), desde donde el general Cabrera puso en jaque al bando isabelino hasta que una enfermedad muy inoportuna desbarató toda su estrategia. En Las historias naturales (Edhasa, descatalogado) Perucho parte de este suceso para añadir un elemento fantástico, recrear los parajes donde ejerció como notario durante muchos años y narrarnos en clave tan realista como metafórica el enfrentamiento entre Razón y Barbarie que representan, por un lado, Antonio Montpalau (el naturalista que salva a Cabrera) y, por otro, Onofre de Dip (el vampiro que convierte Pratdip y alrededores en su Transilvania particular). El resultado es una novela que, de puro atemporal, se ha convertido en una de las más vigentes y frescas de la actual oleada de revisionismo decimonónico que vive el género fantástico, un steampunk avant-la-lettre y, al mismo tiempo, una de las muestras más asequibles del genio de un autor que, en sus mejores momentos (y este lo es), jugó en la misma división que Jorge Luis Borges o Italo Calvino. Siempre es buen momento para reinvindicarlo.
Juanma Santiago (twitter; blog)
Adenda
Listado de libros por orden alfabético de título:
- A Man Lies Dreaming – Lavie Tidhar – Kailas – Próximamente
- Blade Runner. Una película – William S. Burroughs – Escalera – 10 €
- Challenger – Guillem López – Aristas Martínez – 25 €
- Cruzando el bosque – Emily Carroll – Sapristi – 21,90€
- De noche bajo el puente de piedra – Leo Perutz – El Aleph – Descatalogado
- Embassytown – China Miéville – Fantascy – 18,90€
- Entre extraños – Jo Walton – RBA – 18 €
- Estoy desnudo – Yasutaka Tsutsui – Atalanta – 18 €
- Hyperion – Dan Simmons – Ediciones B – 23 €
- Jonathan Strange y el Señor Norrell – Susanna Clarke – Salamandra – 15 €
- La casa de arenas movedizas – Carlton Mellick III – Orciny Press – 15,95 €
- La guerra de las salamandras – Karel Čapek – Gigamesh – 8 €
- Las historias naturales – Joan Perucho – Edhasa – Descatalogado
- Los jardines estatuarios – Jacques Abeille – Sexto Piso – 23 €
- Mandrágora – Hanns Heinz Ewers – Valdemar – 26,50 €
- Matadero 5 – Kurt Vonnegut – Anagrama – 7,90 €
- Merlín y familia – Álvaro Cunqueiro – Destino – Descatagloado (hay una edición en galego de la editorial Galaxia)
- Mujer abrazada a un cuervo – Ismael Martínez Biurrun – Salto de página – 21 €
- Plop – Rafael Pinedo – Salto de página – 16,95 €
- ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? – Philip K. Dick – Cátedra – 15,70 €
- Stalker. Pícnic extraterrestre – Arcadi y Boris Strugatski – Gigamesh – 16 €
- Terra Nova vol. 3 – Varios autores – Fantascy – 17,90 €
- Titus Groan – Mervyn Peake – Minotauro – Descatalogado
- Trafalgar – Angélica Gorodischer – Sportula – 11 €
Foe Hammer ha hecho un pequeño desglose según el sexo y la nacionalidad de los autores. Los resultados son los siguientes
Os propongo algo diferente ¿Qué tal unos cómics? Os hablo de Paranoidland
Un fanzine que consta de seis números en los que se ha ido publicando cuatro historias largas por entregas, de diferentes autores. Además de historias cortas en cada número de autores invitados. Cómics de intriga, cifi, humor, thriller, … novela negra en cómic.
Que veréis que soy uno de los autores, ok, pero no hablo por hablar que Paranoidland está nominado este año a Mejor Fanzine en el “salón del cómic de Barcelona” y eso es una muestra de distinción, al menos. ¡Muy recomendado!
Gracias a todos por las recomendaciones. A buscar.
Hola!
En todas las fiestas hay un tío con cara de pasmao que nadie sabe quién es ni quién le ha invitado, pero que se ha colado ahí para estar en el ajo, porque no puede perder la ocasión de figurar, atiborrarse de bebercio y canapés y, en el mejor de los casos, acabar metiendo un elefante en la piscina. Bueno, este papel me ha tocado a mí hoy. Porque si alguien se creía que esta especie de golpe de Estado iba a impedir que metiese baza, estaba muy equivocado. Al lío.
LAS NOVEDADES: “Lobas de Tesalia”, de Pilar Pedraza (Valdemar, 12,5€). Confieso que apenas leo novedades debido al ruinoso estado de mi economía, pero cuando supe que Pedraza publicaba una novela ambientada en el mundo antiguo tras la fabulosa “La perra de Alejandría”, me abalancé sobre ella. Y por supuesto, no me defraudó. Ya me extenderé próximamente en esta misma página (si para entonces no me han bloqueado el usuario), pero “Lobas de Tesalia”, la mejor novela de roman@s y brujas que pueden leer, es erudita, es feminista, es divertida, es revolucionaria y, sobre todo, es Pedraza, así que con eso está dicho todo.
Como estoy en los comentarios donde las reglas son mías y me las follo cuando quiero, me gustaría darle bola a la estupenda “Un detective en Babilonia”, de Richard Brautigan (Blackie Books, 17,10€). Una ¿novela negra? sobre el detective más patético de la historia que durante breves lapsos narcolépticos sueña que es el héroe de un serial de ciencia ficción pulp. Una de las novelas más hilarantes y tristes a la vez que he leído nunca, un delirante tour de force que se lee en un suspiro sobre el fracaso más absoluto, las ficciones populares y el hechizo que ejercen sobre nosotros.
LOS CLÁSICOS: “La tierra permanece” de George R. Stewart (Minotauro, ¡no me jodas que también habéis descatalogado ésta!). Mi novela postapocalíptica favorita, la historia de los vanos esfuerzos de Isherwood Williams, un superviviente del virus que ha barrido a la mayor parte de la población terrestre, por volver a levantar la civilización tecnológica de los años 40 ante la indiferencia de un mundo que ha pasado millones de años sin la presencia humana y que perfectamente se puede tirar otros millones más sin ella. Presentada sin dramas, ni aspavientos, ni zombis, ni bebés asados, la narración de cómo la Tierra se ha librado con un estornudo de una especie ya demasiado numerosa y molesta, se convierte a nuestros ojos en una vicisitud inevitable, y casi deseable, pues los desvelos de Ish no serán en vano pero sí de forma muy diferente a lo que él pretendía, convertido en una figura casi bíblica sus esfuerzos darán luz a una humanidad de jipis cavernícolas y felices, incluso mejor adaptados que nosotros a vivir en el nuevo mundo. Magníficamente escrita y con uno de los finales más emotivos que he leído nunca, si ha fallecido recientemente un familiar vuestro os aseguro que lloraréis cuando cerréis el libro.
Puesto que Planeta/Minotauro no deja de darme alegrías con su política de descatalogados, aprovecho para recomendar otro clásico; “El quimérico inquilino”, de Roland Topor (Valdemar, 8€). La demencial historia de un tipo pusilánime, cobarde e inquilino con el que me identifiqué muy fuertemente. Una grotesca narración de terror y humor negro que hizo las delicias de Thomas Ligotti, con ecos de Kafka, surrealismo y muchas cosas más, de una ambientación asfixiante y malsana donde el infierno son los demás, esa GENTE que no te deja en paz para que cumples sus absurdas expectativas sociales, y que acaban humillándote y condenándote para toda la eternidad en un bucle infinito de terror y tormento. La mejor guía sobre cómo NO hay que ser y lo que NO hay que hacer en esta vida.
A MI PUTA BOLA: “Puente de pájaros”, de Barry Hughart (Alamut, 18€). Esta novela es para mí el equivalente a la ya mítica “El país de las risas” (qué turra, ¿eh?), de Jonathan Carroll. Ambas son novelas divertidísimas y memorables, “de las que hacen afición” y cuyo impacto el autor nunca pudo igualar en posteriores esfuerzos. Sin embargo, pese a que las dos continuaciones de “Puente de pájaros” (“La leyenda de la piedra” y “Ocho honorables magos”) no están a la altura de la aventura que dio origen a la saga, las peripecias de Buey Número Diez y el Maestro Li en “una China que nunca existió”, donde se mezcla el misterio, la aventura, el amor, la fantasía y la mitología oriental, son deliciosas y graciosísimas. Hughart es tremendamente ingenioso e imaginativo, sabe hacer que te enamores de los personajes con dos pinceladas de caracterización, parodia con mucha gracia y encanto el ampuloso estilo de la fantasía orientalista y luce un extraordinario sentido del humor.
Menuda pedazo lista! Tengo pendiente y mucho Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke, la serie me encanto y quiero devorar el libro. Digamos que Embassytown es otro de mis pendientes de hace años, siempre lo quiero y me acabo decantando por otro libro, aún no se por que. Hyperion lo he leído este año, y es un libro top que todo lector de sci-fi debe leer. Entre extraños es otro en mi agenda, tiene que caer pronto. Stalker también me atrae bastante. Un abrazo^^